jueves, 6 de diciembre de 2018

Te devuelvo la vida






Te devuelvo la vida, padre.
No concibo el mundo sin ti
pero tú viviste sin mí. Dime,
ahora que puedes, qué hago
para que abras los ojos.
Me prendería fuego ahora,
cualquier sacrificio sería un regalo
con tal de que vuelvas a sonreír.
Te devuelvo la vida, padre.
Tú la utilizas mejor que yo.







sábado, 6 de octubre de 2018

LUCAS


a Lucas Pozo López. 



La vida te abrazó con impaciencia 
y la naturaleza armó tus manecillas 
con la valentía de quien se asoma 
al acantilado sin querer oler el abismo.


Un largo vuelo te espera tras el gateo, 
cuando surques la tierra de tus antepasados 
y siembres las novedades del tiempo 
cosidas a tu corazón. 






















sábado, 18 de agosto de 2018

Creaciones









Creamos 
magnitudes para retratar 
la insignificancia, 
orden para alumbrar 
nuestro caos 
y líneas para confundir 
a la persona con sus delimitaciones. 




domingo, 8 de abril de 2018

Sin prisas








Sin prisas caen los segundos 
como lluvia que acaricia a la brisa 
y, deprisa, se forman los charcos 
donde nos ahogamos. 








Gracias a Sonia por la foto y a La Patry Cruz por montar exposiciones tan chulas.








viernes, 30 de marzo de 2018

Estrella de cuatro puntas





Cuatro son las puntas de esta cruz,
la estrella que nos acorrala aquí y ahora
y dentro de este caos nos asfixia
entre pretéritos y devenires.




El patibulum maneja a sus anchas
todos los pasos. Más o menos sujetos
por la salud, la dicha y el apego.


La cruz suma y no lo vemos. Restamos
serrín a su cuerpo. Con chispas y virutas
se esculpe la indiferencia entre iguales.   




Descendemos por su stipes hacia el suelo
mientras lo vivido se dibuja cuesta arriba
con un vértigo ardiente. No cabe nada más,
las distracciones son escarcha en la tarde.



La vida es aquello que nos impulsa
al andar con el cuerpo vacío.
Las vivencias, caramelos adheridos
en el paladar de una boca sin dientes.



Con hambre de carcoma abrimos los ojos,
el olor a tierra nos enseña a apreciar los días.
Su dulciamarga esencia engaña,
no es un regalo lo que mata.





domingo, 4 de febrero de 2018

El viaje del potro descalzo













Fuera la niebla limpia las horas,
se acicalan para recibir otro invierno.
Yo hago de las sábanas raíles,
huye mi nariz del amargo olor a vida
y me descubro como un potro descalzo.


Corro entre caballos y yeguas de ojos celestes,
siento al rocío tomar vida entre mis patas.
¡Salpica!
Cada paso implica un nuevo sonido
en el fruto del amor entre tierra y luz.


Escucho palabras bellas que se han de inventar,
vienen aires de esperanza a peinar nuestras crines
y yo corro, corro, vuelo como el pájaro en llamas.


De mi trote nacen raíces, llamadlas recuerdos.
Las cuestas hacen presencia para frenar nubarrones,
alimentan al arroyo sus lágrimas
y sonríen al ver beber a la manada.


Alzo la mirada por encima del tiempo,
veo senderos por doquier.
Cada paisaje quiere calzarme,
hacerme familia suya, de corazón.
Diluidas en cada momento
mis patas son estrellas fugaces,
tantos ciclos en cuatro estaciones
hacen olvidar la materia de mi figura.


Este potro perdido abre los ojos.
No soy yo. Eres tú, padre. Has cruzado el lodazal
y la palabra cáncer es sólo un mal recuerdo.