El
puente está enfermo,
ha
visto demasiadas tragedias.
Le
han ensordecido los gritos del expirar,
su
piel se ablanda por salpicaduras de ausencia
y
dejó que robasen sus ojos
al
marearse con los últimos vuelos.
El
puente se hace añicos,
puede
con todo menos con la muerte.
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