No amaneció. Al hacer lo contrario rompió otras aguas, los
ojos de quienes lo amaban fueron ríos empujados por una negra sombra. Su
madre lo volvió a acurrucar.
Mientras respiró sembró las flores de su ausencia, las abonó
con sonrisas y crecieron por su buen hacer.
No amaneció porque ahora es luz.
A Antonio G. Maldonado García
Que bonito verso Antonio, precioso como lo has descrito exactamente real, en el regazo de su madre orgullosos estarán, dos meses ya de su partida allí es luz,aqui en lo terrenal nosotros como siempre en nuestro corazón jamás se nos olvidara.
ResponderEliminarY esos poemas que tanto me gustaban pero ahora te tengo ati, que el le gustaba esa complicidad que teníais padre e hijo, un 10 amigo un fuerte abrazo.
Preciosa poesía la que dedicas a esa gran persona que fue tu padre que, sin duda dejó su luz en todos aquellos que lo conocimos. Un fuerte abrazo, Antonio!!.
ResponderEliminarAntonio que bonito poema como lo describes en pocas palabras muy bien sigue así escribiendo un abrazo.
ResponderEliminarEn el jardín donde se reencuentran los seres queridos solo hay luz y miles de flores, parte de ellas las irás viendo en tu camino, se tornarán en la buena suerte que te espera porque junto a ti siempre te acompañará tu padre. Un abrazo.
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