martes, 21 de marzo de 2017

VEINTIÚN GRAMOS EXILIADOS




Somos la pequeña gota de un grifo gélido
que cede sus hijos a la tierra.


Mundo, mundo, uno a uno te vas llevando.


Se van envueltos en aire de tergal
y arañan el ayer
sus veintiún gramos exiliados.


Las cosas por hacer son dagas
en la boca de un faquir hambriento.
Camina sobre coronas de flores,
acaricia con manos de sangre
y mira a través de escarabajos inertes
clavados en tu pelo.









7 comentarios:

  1. Escribir sobre la muerte puede parecer tabú. Pero describirla con estas hermosas palabras la acerca, con la lección aprendida de que solo perdemos esos 21 gramos de alma cuando en realidad puede que nada tenga medida pero sí sentido.
    Bellísimo poema, Antonio. Un abrazo.

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    1. Perdemos unos gramos a cambio de intensificar los recuerdos. Muchas gracias por dejar tus sabias palabras. Un abrazo.

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  2. Hermoso poema sobre la pérdida y el final que nos acecha a todos. Depurado y contundente, imagino que escrito desde le dolor. Muchas gracias por compartirlo

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    1. Muchas gracias Lola, el dolor se debe usar para allanar el camino. Si no carece de sentido. Saludos.

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  3. Maravilloso poema, lo he leído varias veces...Quizá lo que más nos preocupa de la muerte es dejar nuestra misión a medias, no?

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